Descubre la verdad detrás de la leyenda de los 12 trabajos de Hércules, y cómo la región de Cádiz está relacionada íntimamente con ésta mitología. Lee el artículo completo para aprender más sobre la mitología de Hércules.
Origen de los trabajos de hércules
Cuenta la leyenda que Hércules, tras un ataque de locura provocado por la diosa Hera, asesinó a su mujer y a sus hijos. Para enmendar su error, el oráculo de Delfos le indicó que debía completar una serie de trabajos “imposibles” encomendados por el rey Euristeo. Así fue como comenzó una gran aventura en el que el semidios se enfrentaba a criaturas fantásticas y a tareas titánicas, todo con el fin de limpiar su conciencia tras el asesinato de su amada esposa y sus hijos.
1. El león de Nemea
El primero de los 12 trabajos de Hércules consistió en asesinar al león de Nemea, una bestia que aterrorizaba a la población de la región, y arrancarle la piel. Euristeo consideró que esta tarea era imposible de completar y por ello se la encomendó a Hércules, para hacerle fracasar en su intento de redención.
Precisamente esta piel era impenetrable para las armas convencionales, y Hércules trató de atravesarla con flechas, espadas e incluso un garrote de olivo. Pese a la tremenda fuerza de Hércules, sus esfuerzos fueron en vano y la piel no pudo ser atravesada por ninguna de las armas.
Entonces, Hércules decidió que para acabar con el animal utilizaría sus propias manos. Acorraló al león en su cueva y tras una intensa pelea, consiguió estrangularlo acabando así con su vida. Cuando Hércules apareció en el salón del trono de Creta ante la atónita mirada de Euristeo, este se asustó tanto que le prohibió la entrada a la ciudad y le dijo que el resultado de los siguientes trabajos lo mostrara desde fuera de las murallas.
Pero el primero de los trabajos de Hércules aún no había terminado, pues todavía tenía que despellejar al león para obtener su piel. Tras muchas horas usando diferentes herramientas sin éxito, Atenea le recomendó usar las propias garras del león para perforar la piel. Hecho esto, pudo arrancarle la piel y utilizar su cabeza a modo de yelmo, y el resto de la piel como capa, otorgándole una protección adicional en el resto de trabajos y convirtiéndose en un símbolo.
Además, esta leyenda está íntimamente relacionada con la historia detrás de Nemea como marca. Aprende más sobre nuestro nombre aquí.